La artesanía que nos sostiene: nuestra historia entre Palacio y Retiro

Hay oficios que no se eligen con la cabeza, sino con el corazón. La artesanía es uno de ellos. No tiene prisa, no entiende de atajos y exige una entrega que solo quienes la aman pueden comprender. Para nosotras —Katy y yo— ese ritmo lento, honesto y cotidiano no es un estilo de trabajo: es nuestra forma de vivir.

Artesanía: donde la vida y las manos se encuentran

Cuando decimos que nuestras joyas son artesanales, no hablamos de un sello bonito para la web. Hablamos de mañanas con olor a metal recién lijado, de dedos manchados de resina, de ideas que llegan a mitad del día y de piezas que, aunque las repitamos, nunca salen exactamente igual.

Hablamos de nosotras dos conversando mientras trabajamos, de los sonidos del taller, de las pequeñas alegrías y también de las veces que una pieza no sale y hay que empezar de nuevo.
La artesanía tiene mucho de paciencia, pero también tiene mucho de fe: fe en que lo que hacemos tiene sentido.

El valor del comercio local: personas que sostienen personas

A veces se habla del comercio local como si fuera un concepto abstracto, pero para nosotras tiene nombres, caras, historias.
Es la vecina que pasa solo a saludar, el turista que vuelve porque no dejó de pensar en esos pendientes, el chico que llega con nervios a elegir un regalo y sale sonriendo, la familia que ya siente la tienda como un lugar suyo.

El comercio local es eso: vida que se cruza con la nuestra.
Elegirlo es apostar por proyectos reales, por manos reales, por sueños que existen gracias al barrio.

Palacio: donde nació todo

Nuestra primera tienda está en Palacio, un barrio que se siente como un abrazo antiguo. Las calles estrechas, las fachadas con historia, la mezcla de vecinos de toda la vida y turistas curiosos… todo tiene una energía especial.

En Palacio aprendimos la importancia de la cercanía. Los vecinos nos abrieron las puertas como si fuéramos parte de su familia desde el primer día. Nos apoyaron incluso antes de conocernos bien. En ese pequeño espacio donde empezó Aktual entendimos que los sueños se construyen con constancia y con gente buena alrededor.

Palacio es raíz. Es inicio. Es gratitud.

Retiro: el sueño que toma aire y se expande

Nuestra segunda tienda, en calle Menorca 20, Retiro, llegó cuando sentimos que nuestro trabajo necesitaba un lugar con más luz y espacio. Retiro es un barrio amable, elegante y lleno de vida; tiene ese equilibrio entre lo tranquilo y lo dinámico que inspira muchísimo.

Aquí vemos entrar a personas que vienen del parque, vecinos que pasean por la zona, familias jóvenes, clientes que descubren la tienda por casualidad y se enamoran de lo artesanal. Retiro nos ha mostrado que nuestro proyecto puede crecer sin perder su esencia.

Retiro es expansión. Es frescura. Es ilusión.

Dos hermanas, un mismo pulso

Lo que nos mueve no es tener más, sino vivir de lo que amamos.
Somos dos hermanas que aprendieron que la artesanía puede ser una forma de sanar, de crear belleza desde lo vivido, de transformar lo difícil en algo que hace sonreír a otras personas.

Nuestro sueño es sencillo y profundo:
que quien entre a nuestras tiendas se sienta bien, se sienta visto, se sienta en casa…
y encuentre una joya que hable un poquito de nosotras y un poquito de su historia.

Elegir artesanía: un gesto que cambia vidas

Cada vez que alguien compra en nuestras tiendas, no solo se lleva una joya.
También sostiene un proyecto familiar, dos manos que crean con intención, dos mujeres que han apostado por un oficio que todavía resiste gracias a la gente que valora lo auténtico.

Y ese gesto, por pequeño que parezca, mantiene vivo todo esto.